Hepatitis B

La Hepatitis B es una enfermedad que afecta el hígado y que está causada por el Virus de la Hepatitis B (VHB o HBV en inglés). Aproximadamente una tercera parte de la población mundial tiene o ha tenido algún indicio del virus, y con 350-400 millones de personas infectados crónicamente, supone una prevalencia de algo más del 5% de la población mundial. A pesar de estas cifras, la mayoría de personas infectadas se curan espontáneamente antes de los 6 meses desde la infección porque el propio cuerpo ataca y elimina el virus, y adquieren así inmunidad frente al VHB. En determinados casos, la persona no logra eliminar la infección y el virus se establece en el cuerpo, y se habla entonces de Hepatitis B crónica.

Los nuevos casos de Hepatitis B en países más avanzados se han reducido mucho principalmente debido a los programas de vacunación de la población: en España se introdujo la vacuna dentro del calendario de vacunación habitual en la década de los 1990.

La infección crónica por el HBV se diagnostica con una muestra de suero sanguíneo, los médicos especialistas determinarán otros aspectos importantes a conocer sobre en qué estadio se encuentra la enfermedad midiendo en sangre si hay Antígeno de superficie del VHB (HBsAg); si éste aparece como positivo, se hacen también el antígeno e (HBeAg), el anticuerpo frente al HBeAg (antiHBe); y el ADN del VHB que nos indicará lo que se denomina la replicación viral, así como ver el nivel de transaminasas hepáticas, que se correlacionan con la inflamación que presenta el hígado. El virus de la hepatitis B se clasifica en 8 genotipos, que son nombrados con letras de la A a la H, todos ellos con diferente distribución en el mundo.

En la historia natural de la infección por el virus de la Hepatitis B, se pueden distinguir 5 fases:

  • Fase de Tolerancia inmune: se encuentra HBeAg positivo; y es cuando los pacientes son más contagiosos porque tienen una carga viral alta, y depende de la edad del paciente y de cuándo se contagió. Así por ejemplo, en una persona que se contagió de adulta esta fase es poco duradera, mientras que en un contagio de niño, ésta fase puede durar más de 20 años.
  • Fase de Actividad inmune: se encuentra HBeAg positivo; se observa una evolución de la fibrosis en el hígado, y dura de semanas a años según el paciente, y cuanto más tiempo perdure, más posibilidad se tiene de desarrollar un empeoramiento de la funcionalidad del hígsado, hasta llegar en última instancia a lo largo de los años a una cirrosis o un hepatocarcinoma.
  • Fase de Portador inactivo: se encuentra HBeAg negativo. El pronóstico a largo plazo es bueno.
  • Fase de Hepatitis crónica HBeAg negativo. Es la forma más frecuente de Hepatitis B crónica en España y su desarrollo es variable, pudiendo alternar entre alteraciones en las transaminasas con remisiones. Aquí es donde la progresión a un empeoramiento en la funcionalidad del hígado hasta llegar a una cirrosis es más frecuente.
  • Fase de Remisión: aquí existe un mejor pronóstico aunque puede persistir virus en el hígado.

Hoy en día, la supresión de la replicación viral del HBV es el mayor objetivo en el tratamiento del virus de la hepatitis B.

Síntomas

El espectro de síntomas clínicos de la infección por VHB varía según si hablamos de infección aguda o crónica; así en la primera los síntomas suelen tener una duración de algunas semanas, y puede aparecer por ejemplo:

  • Ictericia
  • Orina oscura
  • Fatiga
  • Náuseas
  • Dolor abdominal

En la fase de infección crónica pueden no aparecer síntomas de la enfermedad hasta que se presenta una cirrosis o bien un hepatocarcinoma (cáncer de hígado). Es importante destacar que muchos pacientes no tienen por qué presentar síntomas de infección aguda ni crónica, y es por esto que es importante hacer un cribado si se es población de riesgo para detectar si se tiene VHB.

Aparezcan o no síntomas, es importante remarcar que la posibilidad de contagio en personas infectadas por el virus de la Hepatitis B puede estar igualmente presente, y desde que una persona entra en contacto con el virus hasta que le aparece la infección, pueden pasar hasta 6 meses.

Vacuna

A diferencia del Virus de la Hepatitis C, el Virus de la Hepatitis B sí dispone de una vacuna efectiva para evitar contagiarse.

En nuestro país, los bebés de un año reciben la vacuna para el Virus de la Hepatitis B, y de nuevo a los doce años los niños reciben la vacuna de la Hepatitis B y Hepatitis A conjunta. Son vacunas que no producen efectos secundarios y su efecto es muy duradero.

En ciertas personas, bien por su profesión, o bien por su historial clínico, es muy recomendable la vacunación:

  • Profesionales de la sanidad
  • Personas con insuficiencia renal inicial o en lista de espera de trasplante.
  • Usuarios de drogas por vía parenteral
  • Profesionales que puedan estar expuestos a material contaminado como técnicos de laboratorio que trabajen con muestras biológicas, etc.

Y aunque estas personas no se pusieron la vacuna de pequeños, bien porque eran mayores una vez se introdujo en el calendario de vacunación infantil, o por cualquier otra causa, es muy recomendable que acudan a vacunarse, y evitar así el riesgo de contagio a esta enfermedad crónica.

Al igual que ocurre con otras enfermedades, si se tiene planificado viajar a países donde el VHB está muy presente, también se recomienda revisar el calendario de vacunación, y en caso de necesitarlo, solicitar vacunarse.

Contagio

El VHB se contagia por contacto directo sanguíneo entre una persona infectada y otra no inmunizada (no vacunada). El virus también es contagioso por vía sexual y por vía peri natal (transmisión de la madre infectada al hijo en el momento del parto). Prácticas que se deben evitar para minimizar el riesgo de contagio son:

  • Hacerse tatuajes o perforaciones con instrumental no debidamente esterilizado
  • Mantener relaciones sexuales sin protección
  • Compartir objetos como maquinillas de afeitar u otros enseres de higiene personal con una persona infectada

Durante el embarazo, la placenta actúa como barrera protectora, impidiendo el paso del virus en la sangre del niño. Pero en el momento del parto, cuando el bebé entra en contacto directo con la sangre de la madre por primera vez, es cuando se puede transmitir la infección. Para prevenir que el bebé se contagie, es fundamental seguir el plan de vacunación establecido durante el primer año de vida.

El nivel de riesgo de una persona infectada de contagiar a otra persona depende de la fase de la enfermedad en la que se encuentre, y cuando la carga viral de hepatitis B es más alta, más posibilidad de contagio si se da alguna de las situaciones antes mencionadas. Por el contrario, los portadores inactivos del HBV tienen un riesgo bajo de contagio.

Tratamiento

La mejor manera de prevenir la Hepatitis B es la vacunación, aunque cuando una persona padece una infección por el virus de la hepatitis B crónica, existen tratamientos eficaces para controlar la infección, aunque no para curarla. Este control de la infección se consigue manteniendo los niveles de virus en el cuerpo (la carga viral) lo más baja posible.

En cuanto a la hepatitis B aguda, no hay tratamiento, sino que se recomienda descanso y abstenerse de beber alcohol.

Para el control de la Hepatitis B crónica, hay dos tipos de tratamientos distintos: los antivirales y los interferones:

  • Antivirales: son medicamentos que se toman por vía oral y que atacan directamente al virus en alguno de los pasos de su ciclo de multiplicación. Son el entecavir y tenofovir, y son fármacos que, en general son bien tolerados, aunque en algunos casos pueden producir algunos efectos adversos como fatiga o dolor de cabeza. Es muy importante que, una vez iniciado un tratamiento, se mantenga una buena adherencia terapéutica, es decir, que se tome la pauta tal y como se ha descrito. El olvido de dosis facilita que el virus pueda crear resistencias y perjudica el tratamiento.
  • Interferones: el interferón es un medicamento que se administra por vía subcutánea a través de inyecciones y sólo durante un tiempo limitado y en un grupo de pacientes. El interferón ejerce de refuerzo para el sistema inmune del cuerpo, y puede presentar efectos secundarios como síndrome pseudogripal o depresión.

Es importante remarcar que estos tratamientos tienen que ser prescritos por un médico especialista, y el objetivo de la terapia es el de controlar la replicación viral de manera que se mantenga en niveles mínimos, pero no se logra curar la infección.

Prevención

La vacunación contra el Virus de la Hepatitis B es la mejor prevención posible, y así lo avala el hecho de que esta vacuna esté instaurada en el calendario de vacunación infantil, y la disminución en el número de nuevos contagios que se detectan desde su implantación en nuestro país.

Aun así, hay medidas que es importante tener en cuenta de cara a la prevención de un potencial contagio:

  • No compartir jeringas, maquinillas de afeitar, o productos de higiene personal que hayan podido estar en contacto con sangre o fluidos.
  • Usar preservativo en las relaciones sexuales
  • A la hora de hacerse un tatuaje, acupuntura, piercing, etc, comprobar que el material a utilizar es de un solo uso y está bien almacenado, o bien ha sido correctamente esterilizado.