Hepatitis E

La Hepatitis E es una inflamación del hígado causada por un virus que lleva el mismo nombre: el Virus de la Hepatitis E (VHE o HVE en inglés). Este virus provoca en el huésped un cuadro clínico muy parecido también a otras formas de hepatitis, y dura entre 3-8 semanas, posteriormente remite la infección.

La enfermedad da lugar a pequeños brotes epidémicos que afectan sobre todo Asia y países en desarrollo con sistemas de saneamiento de aguas deficientes.

Síntomas

Al igual que otros virus de Hepatitis, el VHE presenta síntomas poco específicos por regla general, que comprenden:

  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Ictericia (color amarillento de piel y ojos)
  • Agrandamiento del hígado
  • Fiebre

Contagio

El VHE se transmite por vía fecal-oral, al igual que el Virus de la Hepatitis A, y por comer alimentos cocinados con agua contaminada y por beber agua contaminada. También se ha visto que alimentos como el marisco poco cocinado en zonas de riesgo puede ser un foco de contagio.

La principal deficiencia en las zonas de riesgo es el mal saneamiento de las aguas de las ciudades o pueblos, cosa que favorece para el virus diseminarse ampliamente.

Tratamiento

En la mayoría de casos, el Virus de la Hepatitis E es una enfermedad curable, que consiste en pasar los síntomas de la infección, que duran entre 3 y 8 semanas, y sin un tratamiento específico más allá del que pueda administrar el médico para minimizar algunos síntomas como la fiebre.

Existe un pequeño porcentaje de enfermos en los que se desarrolla una forma agresiva de la enfermedad, llamada hepatitis fulminante, pudiendo dar lugar a muertes. Estos casos sí requieren seguimiento estrecho y posible hospitalización.

Prevención

La prevención para evitar contagiarse del Virus de la Hepatitis E se basa en aplicar medidas de higiene:

  • Lavarse las manos con agua potable, sobretodo antes de manipular alimentos.
  • Evitar beber agua que esté en condiciones contaminadas.

Aunque desde hace algunos años existe una vacuna, en España no se administra de manera generalizada por las bajas posibilidades que existen de contagio si se siguen las medidas de higiene recomendadas.